¡Y brindo por ti!

Mi post de hoy sera consagrado a dos bebidas que probé ayer en el camino para Xalapa. Antes de dejar el malecón de Veracruz, nos paramos en el Gran Café de la Parroquia, este Café existe desde 1808. La anécdota graciosa de este café es que pertenecía a una familia, los dos hermanos se pelearon, se separaron y uno de los dos hermanos monto una replica exacta del Café en la otra esquina, así que si alguna vez pasan por acá, no les extrañe ver dos Café de la Parroquia a menos de 100 mts. Al entrar al Café, me preguntaron de que lado me quería sentar, ya que por costumbre, en el lado izquierdo se sientan las familias y en el derecho los políticos, me decidí por este lado, pero como ya era un poco tarde no había mucha gente. Si van tempranito, podrán ver a los políticos locales, que muchas veces hacen conferencias de prensa en este lugar. La bebida tradicional que se pide en este Café, es el lechero. El lechero es lo que nosotros conocemos como café con leche. Lo original, es que lo sirven en un vaso de vidrio grande, el mesero te lo trae con un poco de café, luego, uno le da un toque con la cuchara y vienen los meseros a ponerte la leche, es un arte servirla, ya que lo hacen desde arriba y los no expertos suelen salpicarlo todo. Pidanlo con una canillita y lo mojan en su café. Para los amantes del buen café, no hay duda de que es un lugar al cual se debe ir. (Sirven de 5000 a 8000 cafés diarios).

La segunda parada, fue en un restaurante, que queda entre Veracruz y Xalapa, imaginen yendo para la playa y parandose a comer pescadito frito. La cocina de Veracruz (el puerto) esta principalmente compuesta de mariscos. Aca me pedí un coctel de camarones, y me pidieron una michelada. Para los que no saben, una michelada es una bebida alcohólica, compuesta de cerveza, limón, sal y una mezcla de salsa. Al principio me gusto, pero me pareció un poco pesada, así que no pude llegar ni a la mitad, creo que eran demasiadas salsas juntas en un día.