domingo, 28 de septiembre de 2014











sábado, 20 de septiembre de 2014

Aquí se come Express

La comida para mí representa muchas cosas y el sentarse a comer es algo que disfruto mucho, no solamente por mi amor por la gastronomía sino también porque me encanta poder disfrutar de una buena sobremesa. En Caracas, salir de casa para comer era una excusa para poder tener una buena charla con amigos, familia y quedarnos un buen rato en la mesa conversando de cualquier cosa hasta que el café se enfriara y el mesonero nos mirara con cierta presión para que pagáramos la cuenta y nos fuéramos rápidamente. 

Cuando mis planes de viajar a Canadá se fueron concretando, empecé a navegar en la web buscando cualquier tipo de información en este nuevo destino para nosotros. Algo que me llamó la atención entre tantas lecturas que realicé fue enterarme que los canadienses normalmente cuando salen a comer lo hacen únicamente con esa intención, comer. La sobremesa para ellos es para nada una costumbre. 

Este pequeño preludio me sirve de introducción para contarles mi primera experiencia al salir a cenar con amigos canadienses. 

Ayer Dani y yo fuimos invitados a cenar por algunos de sus compañeros de clase. Una de ellas es canadiense de origen asiático, y nos llevó a cenar chino en uno de sus restaurantes favoritos. Para mí este paseo era una oportunidad de poder hacer una extensa entrada en el blog, y contarles esta experiencia detalladamente, fotografiar los platos, anotar en mi agenda cada pormenor, nombres, ingredientes etc. y debo confesarles que fracasé en mi intento. 

Desde el momento en que nos sentamos pasaron solo 5 minutos para que nos tomaran la orden, y antes de poder decir alguna palabra, contar algún cuento, ya los platos empezaron a llegar y no sé si fue lo picante s picante de los platos que hizo que en menos de 20 min ya estuviéramos con la barriga llena y con la cuenta en la mesa. 

Solo les puedo decir que todo lo que comimos estuvo ricopicoso y con un sabor algo parecido a la comida de la India fusionada con la china. Fue una rápida pero provechosa experiencia que espero poder repetir. 


Les dejo algunas fotos, que fueron tomadas rápidamente, espero que en la próxima experiencia culinaria me den algunos minutos más para compartirlo con ustedes (a pesar de que las fotos puedan parecer muy familiares a los platos que podemos pedir en Venezuela, los sabores eran realmente diferentes).






miércoles, 17 de septiembre de 2014

En el Norte del Norte

Luego de casi dos años de ausencia, en los cuales regresé a Venezuela para agarrar un poco de calor y amor caribeño he decidido retomar mi blog.

Mi nueva casa cambió completamente de colores, sabores y temperatura. Ahora vivo en el norte del norte.  

Me mudé a Toronto hace ya tres semanas con mi novio, Daniel. Ha sido toda una aventura llegar hasta acá, muchos papeles que llenar, colas que hacer, paciencia que cultivar, enojos que apaciguar, pero finalmente ¡lo logramos!

Toronto nos recibió con su mejor cara: cielo azul, temperatura con sensación térmica parecida a la de Margarita y calles repletas de personajes de todos los rincones del mundo. 

Esta ciudad me ha enamorado desde el primer momento, ya que ha cumplido uno de mis sueños: vivir en Nueva York. Pues sí, Toronto tiene un poco de todo los atractivos de la Gran Manzana, pero con la limpieza canadiense, calles libres de basura con un aire de limpieza. 

Es entonces de esta manera que comenzaré un nuevo capítulo en mi vida y relataré en mi blog las cosas que me parezcan fascinantes de esta ciudad y por supuesto, la comida rica de todos los rincones del mundo que vaya probando. 

Bienvenidos a este espacio con un toque de food blogger, en busca de su sitio en esta gran ciudad.